La ashawagandha:¿Es útil para mejorar el estrés?
La ashwagandha es una planta utilizada para mejorar el sueño, el estrés y la ansiedad, así como la función cognitiva.

La ashwagandha también se conoce como withania somnifera, ginseng indio y cereza de invierno. Los suplementos de ashwagandha contienen extractos elaborados con las raíces de la planta o con las raíces y las hojas.
Los extractos de ashwagandha podrían ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. En varios estudios, las personas que tomaron ashwagandha durante 6 a 8 semanas afirmaron sentir menos estrés y ansiedad, así como menos cansancio e insomnio. La ashwagandha también redujo los niveles de la hormona del estrés. En algunos estudios, la ashwagandha pareció ser más eficaz cuando se tomaba en dosis de 500 a 600 miligramos (mg) diarios, en comparación con dosis más bajas.
También se ha constatado que mejoran el sueño. En estos estudios, las personas que tenían problemas para dormir y tomaban ashwagandha dijeron que se dormían más rápido, por más tiempo y que se despertaban con menos frecuencia durante la noche. En general, los beneficios para el sueño fueron pequeños, pero la ashwagandha pareció ser más útil cuando se tomaba en dosis de 600 mg al día o más, durante por lo menos 8 semanas.
Los efectos secundarios comunes de la ashwagandha suelen ser leves e incluyen malestar estomacal, heces blandas, náusea, y una sensación de somnolencia. Sin embargo, no está claro si es inocuo consumir ashwagandha durante períodos más largos.Los extractos de ashwagandha se han asociado con lesiones hepáticas en algunas personas, pero se necesitan otras investigaciones.
La ashwagandha puede afectar a la forma en que funciona la glándula tiroidea y podría interactuar con los medicamentos para la tiroides. La ashwagandha también podría interferir con los medicamentos para la diabetes y la presión arterial, los sedantes, y los fármacos que suprimen el sistema inmunitario.

Una revisión publidada en Therapeutic Advances in Psychopharmacology en julio de 1991 detalla que y a sean síntomas principalmente afectivos o psicóticos, estos trastornos se tratan frecuentemente con antipsicóticos, lo que exige un estudio de la relación entre la terapia de reemplazo hormonal y los antipsicóticos en estos períodos. El objetivo de esta revisión narrativa es resumir lo que se conoce sobre la asociación entre hormonas y antipsicóticos en el posparto y la menopausia. Centrados en la acción de los estrógenos y la oxitocina se incluyeron artículos publicados en los últimos 10 años. Tanto el estradiol como la oxitocina se han relacionado en diversas ocasiones con la etiología de los trastornos posparto, y los estrógenos, a veces combinados con progesterona, se han probado como posibles tratamientos para estas afecciones. El papel del estradiol como complemento de los antipsicóticos en la prevención de recaídas posparto es actualmente controvertido. Con respecto a la oxitocina, faltan estudios. La psicosis en mujeres menopáusicas y posmenopáusicas se ha tratado con éxito con estrógenos y moduladores selectivos del receptor de estrógeno, principalmente raloxifeno, además de antipsicóticos. Algunos síntomas parecen responder mejor que otros. Ningún estudio sobre oxitocina se ha dirigido específicamente a mujeres posmenopáusicas. Debido a los mecanismos de retroalimentación, existe el peligro teórico de que la terapia con hormonas exógenas interfiera con la secreción endógena y altere el equilibrio entre hormonas interrelacionadas. Cuando se usa con antipsicóticos, las hormonas también pueden afectar el metabolismo y, por lo tanto, el nivel cerebral de antipsicóticos específicos. Esto complica el tratamiento con antipsicóticos más hormonas. La dosis, el momento y la vía de intervención pueden resultar críticos para la eficacia. Aunque todavía hay mucho que se desconoce, esta revisión de la literatura indica que, dentro de los rangos de dosis estándar, la combinación de hormonas y antipsicóticos para mujeres posparto y menopáusicas que sufren angustia mental grave puede ser beneficiosa y es segura.

El trastorno disfórico premenstrual causa cambios extremos en el estado de ánimo que pueden afectar a la vida diaria y dañar las relaciones. Lo s síntomas generalmente comienzan entre siete y 10 días antes de que comience tu período y continúan durante los primeros días de tu período. El trastorno disfórico premenstrual y el síndrome premenstrual pueden causar hinchazón, sensibilidad en los senos y cambios en los hábitos de alimentación y del sueño. Sin embargo, en el trastorno disfórico premenstrual se destaca al menos uno de los siguientes síntomas emocionales y conductuales: tristeza o desesperanza; ansiedad o tensión; mal humor extremo; irritabilidad o ira marcadas. La causa del trastorno disfórico premenstrual no está clara. La depresión y la ansiedad subyacentes son síntomas comunes en el síndrome premenstrual y el trastorno disfórico premenstrual, por lo que es posible que los cambios hormonales que desencadenan un período menstrual empeoren los síntomas de los trastornos del estado de ánimo. El tratamiento del trastorno disfórico premenstrual está dirigido a prevenir o minimizar los síntomas y puede incluir lo siguiente: Antidepresivos. Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como la fluoxetina (Prozac, Srafem y otros) y la sertralina (Zoloft) pueden disminuir los síntomas emocionales, la fatiga, los antojos de alimentos y los problemas para dormir. Puedes reducir los síntomas del trastorno disfórico premenstrual si tomas ISRS todo el mes o solo en el intervalo entre la ovulación y el comienzo de tu período. Suplementos nutricionales. Es posible que el consumo diario de 1.200 miligramos de calcio disminuya los síntomas del síndrome premenstrual y del trastorno disfórico premenstrual. La vitamina B-6, el magnesio y el L-triptófano también pueden ayudar, pero consulta con tu médico antes de tomar cualquier suplemento. Remedios a base de hierbas. En algunas investigaciones se sugiere que el sauzgatillo (Vitex agnus-castus) posiblemente ayude a reducir la irritabilidad, los cambios de humor, la sensibilidad en los senos, la hinchazón, los calambres y los antojos de alimentos relacionados con el trastorno disfórico premenstrual, pero se necesita más investigación. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. no está autorizada para regular los suplementos a base de hierbas, así que consulta con tu médico antes de probar uno. Dieta y cambios en el estilo de vida. A menudo, hacer ejercicio regularmente disminuye los síntomas premenstruales. Reducir el consumo de cafeína, evitar el alcohol y dejar de fumar también puede aliviar los síntomas. Dormir lo suficiente y utilizar técnicas de relajación, como la atención plena, la meditación y el yoga, también pueden ayudar. Evita los desencadenantes estresantes y emocionales, como discusiones sobre cuestiones financieras o problemas de relación, siempre que sea posible.

Estos medicamentos pueden afectar la fertilidad de diversas maneras, alterando las hormonas reproductivas o la calidad del esperma, o interfiriendo en la ovulación y el proceso de implantación. Estos m edicamentos que pueden afectar la fertilidad son: Inmunosupresores: Pueden afectar la calidad y cantidad de espermatozoides en hombres y la ovulación en mujeres. Antidepresivos: Algunos antidepresivos pueden alterar las hormonas reproductivas. Elevando la prolactina y anulando la ovulación. Antiepilépticos: Algunos antiepilépticos pueden afectar la calidad del esperma. Antimetabolitos: Pueden interferir con el desarrollo y la fertilización del óvulo. Neurolépticos: Pueden afectar el ciclo menstrual y la ovulación en mujeres. Hormonas: Los anticonceptivos hormonales, por ejemplo, pueden suprimir la ovulación y alterar el moco cervical. Algunos antibióticos: Determinados antibióticos, como los que contienen eritromicina, pueden afectar la movilidad de los espermatozoides. Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Pueden afectar la ovulación y la implantación del embrión. Factores adicionales: Drogas recreativas: El consumo de cocaína, heroína, éxtasis, cannabis y otras drogas pueden reducir la probabilidad de concebir. Exposición a sustancias tóxicas: La exposición a pesticidas, plomo, cadmio y mercurio puede afectar la fertilidad.

Fue el Dr. John Billings quien utilizó por primera vez el término "pico" para identificar el pico de fertilidad en un ciclo, reconociendo que se correlacionaba con el momento de la ovulación. Desde entonces, otros métodos también han adoptado el uso de este término. No todos los métodos tienen la misma definición para determinar el día pico. Algunos métodos utilizan dispositivos para confirmar la ovulación, mientras que otros no relacionan el pico con la ovulación, sino con el final de un episodio folicular. Cuando el Dr. John Billings comenzó su trabajo en 1953, el énfasis estaba en la menstruación. John Billings reconoció que el evento más importante del ciclo fértil es la ovulación y revolucionó el campo de la planificación familiar natural, ya que cambió el enfoque de la menstruación a la ovulación. El Dr. John Billings y el padre Maurice Catarinich se basaron en las gráficas que proporcionaban las mujeres para identificar la fase fértil. No fue hasta la década de 1960, diez años después, que el profesor Jim Brown llegó a Melbourne y accedió a monitorizar las hormonas de estas mujeres para validar los hallazgos clínicos. El profesor Erik Odeblad no se involucró hasta mediados de la década de 1970, y su trabajo confirmó los hallazgos previos y aportó mayor comprensión de la respuesta cervical. En los primeros escritos, el énfasis estaba puesto en el flujo, la comprensión de los patrones no se comprendía del todo y el momento de la fertilidad se basaba en el inicio y el final del flujo. Si bien se reconocía que el flujo cambiaba día a día, la ciencia posterior ayudó a clarificar la identificación de la fase fértil, y la localización exacta del pico se volvió irrefutable. La correlación entre las descripciones de las mujeres, la comprensión de los patrones de las hormonas ováricas y las respuestas cervicales y vaginales permitió que todas las piezas del rompecabezas encajaran. Como resultado del trabajo clínico inicial del Dr. John Billings, se introdujo la Regla Pico en la enseñanza. Esta regla no ha cambiado con su comprensión científica. El trabajo del profesor Jim Brown demuestró que la ovulación puede ocurrir en el Día Pico, el Día 1 o el Día 2 después del Pico. El Día 3 se mantendrá la vida del óvulo, si la ovulación ocurre el Día 2. La Regla Pico se desarrolló para tener en cuenta el día de la ovulación y la vida del óvulo. La Regla Pico establece que desde el comienzo del cuarto día posterior al Pico hasta el final del ciclo, se pueden tener relaciones sexuales todos los días a cualquier hora. Por lo tanto, es fundamental que el pico identifique la ovulación. La fertilidad ha terminado en este ciclo. Los criterios para el Pico siempre han formado parte de la literatura oficial sobre el Método de Ovulación Billings®. La experiencia de la formación intensiva de docentes en China requirió una actualización del programa de enseñanza. Los criterios para el Pico se dividieron en tres componentes para garantizar su correcta identificación. Analicemos los tres criterios y la justificación de cada uno. 1. Un patrón cambiante y en desarrollo de duración variable El inicio de la fertilidad se identifica por el cambio con respecto al PBI, que refleja un aumento en el nivel de estrógenos debido a la actividad folicular. A medida que el nivel de estrógenos continúa aumentando, el cuello uterino responde produciendo cantidades variables de moco L, S y P. Las diferentes combinaciones y cantidades de moco P, L y S durante la fase fértil provocan que la mujer presente un patrón de desarrollo cambiante a lo largo de la misma. Cada ciclo es único y recluta nuevos folículos. La duración de la fase fértil depende de la selección, el crecimiento y la maduración del folículo dominante. La duración de la fase fértil varía de una mujer a otra y pueden ocurrir pequeñas variaciones de un ciclo a otro. Durante las diferentes etapas de la vida, la mujer puede notar mayores variaciones en la duración. Por lo tanto, no es posible predecir con antelación el día del pico. 2. Sensación resbaladiza Si bien los Dres. Billings trabajaron con el Profesor Brown para correlacionar la relación entre el Pico y el momento de la ovulación, fue el trabajo del Profesor Erik Odeblad el que nos explicó la razón de la sensación resbaladiza y su importancia para identificar el Pico. El Profesor Odeblad explicó que los hilos se deben a una combinación de moco S y L, uno o dos días antes del Pico. Posteriormente, debido a la acción enzimática del istmo en combinación con el moco P, los hilos se disuelven y la vulva se vuelve aún más resbaladiza que antes. El moco P es necesario para la fertilidad, por lo que es lógico que la sensación resbaladiza se produzca muy cerca del momento de máxima fertilidad del ciclo. 3. Cambio definitivo a no más sensación resbaladiza La validación científica del Profesor Brown demostró la correlación entre el aumento de progesterona y el cambio en las descripciones de la mujer hacia una sensación de falta de lubricación. El Profesor Odeblad explicó cómo ocurrió esto. Explicó el impacto del aumento de progesterona, que reactiva las Bolsas de Shaw, causando sequedad del moco al pasar por la vagina. Se extrae agua del moco, por lo que no hay humedad después del Día Pico. Cuando el profesor Brown se preparaba para la publicación de las variantes ováricas del Continuum, examinó detenidamente cientos de ciclos registrados con sus hormonas ováricas correspondientes. Concluyó que cuando se cumplían todos los criterios para un Día Pico del Método de Ovulación Billings®, equivalía a la ovulación y no podía confundirse con ninguna de las variantes infértiles. En el artículo del profesor Odeblad sobre el Día Pico y el Moco P: subraya en algunos aspectos citas de la Dra. Evelyn Billings: «El Día Pico es el gold estándar del ciclo, y estoy totalmente de acuerdo».

Presentado en español e inglés, será un congreso híbrido que reúne a médicos y profesionales de la salud de todo el mundo; para discutir y aprender sobre las últimas investigaciones, técnicas y habilidades clínicas en Medicina Reproductiva Restaurativa (RRM). Ya se puede consultar el programa y realizar la inscripción en: https://rrmcongress.com El Método de Ovulación Billings® estará presente con la Dra. Marija Curlin, WOOMB Croacia que hablará de "La utilidad de la App Evelyn para la detección precoz de la disfunción ovulatoria y la prevención de la infertilidad" y el Dr. Craig Turczynski de BOMA -USA que realizará un taller sobre " Andrología y salud masculina " en el precongreso.

El aumento de las tasas de infertilidad representa un desafío médico creciente en las sociedades modernas, resultado de una compleja interacción de tendencias socioculturales, factores de estilo de vida, exposición a toxinas ambientales y problemas de salud subyacentes. La fertilidad femenina es particularmente vulnerable a estos cambios. El estilo de vida obesógeno no solo acelera el aumento de peso, sino que también altera la ovulación, impulsando el aumento de la infertilidad. Entre varios medicamentos utilizados para tratar la obesidad y la diabetes tipo 2, los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (ARGLP-1) muestran una mejora prometedora en la fertilidad femenina, probablemente al estimular la ovulación. Sin embargo, los efectos de los ARGLP-1 en el endometrio siguen sin estar claros. Se necesitan más estudios para investigar el impacto de los ARGLP-1 en la receptividad endometrial, la implantación embrionaria y el desarrollo temprano. El objetivo de un estudio publicado en el año 2024, es abordar la brecha de conocimiento con respecto a los efectos de los ARGLP-1 en la reproducción humana, con especial enfoque en el endometrio. La comprensión de estos mecanismos puede ayudar a desarrollar nuevas estrategias para mejorar el tratamiento de fertilidad, reducir los fallos de implantación y abordar posibles problemas de seguridad relacionados con la teratogenicidad y los resultados adversos del desarrollo para los niños nacidos de mujeres que conciben durante o poco después del tratamiento con GLP-1RA.

La endometriosis es una enfermedad común del aparato reproductor femenino y presenta características malignas. Si bien la endometriosis en sí es una enfermedad benigna, sus características de crecimiento erosivo provocan dolor pélvico intenso e infertilidad femenina. Desafortunadamente, varios aspectos de la patogénesis de la endometriosis aún no están claros. Además, los métodos terapéuticos clínicos son insatisfactorios. La tasa de recurrencia de la endometriosis es alta. La evidencia acumulada sugiere que la aparición y el desarrollo de la endometriosis están estrechamente relacionados con la función anormal del sistema autoinmunitario femenino, especialmente la función de algunas células inmunitarias, como la agregación de neutrófilos, la diferenciación anormal de macrófagos, la disminución de la citotoxicidad de las células NK y la función anormal de las líneas de células T y B. Por lo tanto, la inmunoterapia es probablemente una estrategia terapéutica novedosa para la endometriosis, además de la cirugía y la terapia hormonal. Sin embargo, la información sobre la aplicación clínica de la inmunoterapia en el tratamiento de la endometriosis es muy limitada. Este artículo tuvo como objetivo revisar los efectos de los inmunomoduladores existentes en el desarrollo de la endometriosis, incluyendo los reguladores de células inmunitarias y de factores inmunitarios. Estos inmunomoduladores inhiben clínica o experimentalmente la patogénesis y el desarrollo de las lesiones endometriósicas al actuar sobre las células inmunitarias, los factores inmunitarios o las vías de señalización inmunitaria. Por lo tanto, la inmunoterapia es probablemente una opción de tratamiento clínico novedosa y eficaz para la endometriosis. Se requieren en el futuro estudios experimentales sobre el mecanismo detallado de la inmunoterapia y estudios clínicos a gran escala sobre la eficacia y seguridad de este prometedor método terapéutico. La endometriosis es una de las enfermedades benignas más comunes que afectan a las mujeres en edad reproductiva. Se estima que entre el 10% y el 15% de las mujeres en todo el mundo padecen endometriosis. La endometriosis se caracteriza por el desarrollo de tejido endometrial funcional fuera del endometrio en la cavidad uterina y el miometrio del cuerpo uterino. Debido a la incertidumbre del sitio de crecimiento de las lesiones de endometriosis, los síntomas clínicos de la endometriosis varían ampliamente. Los síntomas clínicos más comunes son dismenorrea, dolor pélvico crónico e infertilidad, que afectan gravemente la calidad de vida de las pacientes. La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (rASRM) revisada realizó una clasificación de estadificación clínica de la endometriosis basada en la ubicación, número, rango, profundidad y grado de adhesión de las lesiones endometriales. El estándar de estadificación ampliamente aceptado por los médicos es el estándar de estadificación rAFS revisado por la rASRM en 1997. La clasificación de la endometriosis se divide en cuatro etapas: I, mínima; II, leve; III, moderada; y IV, grave. Este sistema de clasificación de la endometriosis proporciona una base para evaluar el desarrollo de la enfermedad y seleccionar estrategias de tratamiento clínico. En la actualidad, el principio del tratamiento de la endometriosis es regular el ciclo menstrual, aliviar el dolor, restaurar la fertilidad y prevenir la recurrencia. Según este principio, el tratamiento quirúrgico y la terapia hormonal son ampliamente aceptados en el tratamiento de la endometriosis. Desafortunadamente, la etiología de la endometriosis aún no está clara. Además, no existe un método terapéutico clínicamente satisfactorio. La documentación acumulada sugiere que los factores inmunitarios probablemente desempeñan un papel importante en la patogénesis de esta enfermedad, y la inmunoterapia podría ser una estrategia prometedora en el tratamiento de la endometriosis. En este artículo, revisamos las posibles estrategias de inmunoterapia para la endometriosis que podrían aportar una nueva perspectiva al tratamiento de esta enfermedad benigna con características malignas.

Cuando la pareja sigue las pautas para lograr un embarazo, el líquido seminal que sale de la vagina de la mujer durante el momento del síntoma pico dificulta reconocer el último día de la sensación resbaladiza. Sin embargo, una vez que se alcanza el pico y la sensación resbaladiza que la acompaña ha desaparecido, esta sensación, incluso con secreción seminal, cambiará. Esto se debe a que el aumento de progesterona reactiva las bolsas de Shaw, que secan la secreción mucosa. Como se mencionó anteriormente, una vez que la mujer se sienta segura al registrar los días de líquido seminal, notará la persistente sensación resbaladiza si no se ha alcanzado el pico. Para ayudar a la mujer a reconocer el momento de la ovulación, siempre le enseñamos los tres indicadores naturales: el pico, la vulva inflamada y el signo de los ganglios linfáticos. Citando a la Dra. Lyn: “ También se producen cambios alrededor de la ovulación como resultado del aumento de la actividad de los ganglios linfáticos. Muchas mujeres describen una sensación de plenitud, suavidad o hinchazón alrededor de la abertura vaginal, que suele ser más notoria en el lado donde se está ovulando. Es como una maduración, algo que se asocia fácilmente con la fertilidad. También se puede notar un pequeño bulto sensible (un ganglio linfático agrandado) en la ingle” . Si la mujer no puede confirmar el día de su cúspide debido a la presencia de líquido seminal, otros indicadores naturales de la ovulación pueden ayudarla a reconocer la fertilidad óptima en ese ciclo. “Para comprobar si la glándula está inflamada, acuéstese y coloque las manos sobre la ingle, con los dedos de las manos apuntando hacia los dedos de los pies. Si el dedo medio descansa sobre la arteria de la pierna (puede sentir su pulso), los dedos índice estarán en posición de palpar el bulto del tamaño de un guisante.” Todas estas recomendaciones ofrecen a la pareja la mejor probabilidad de concebir en ese ciclo si el embarazo es posible para esta pareja en este momento. Si se han seguido las pautas durante varios ciclos y no se ha logrado el embarazo, se debe derivar a la pareja a su médico. Las pautas del Método de Ovulación Billings® para lograr el embarazo recomiendan que, una vez que comience la fertilidad, la pareja espere hasta notar la sensación de cúspide. Si la fase fértil, antes de la cúspide, se prolonga, ¿se sigue recomendando la abstinencia durante todo este tiempo? Sabemos que durante las etapas de la vida de la mujer en las que la fertilidad regresa o disminuye, el período previo a la cúspide puede ser más largo de lo normal. El Método de la Ovulación Billings® no fomenta la abstinencia innecesaria. Al ayudar a esta pareja, nuestro objetivo es informarles sobre las señales que indican una fertilidad óptima y evitar que aumentan sus niveles de estrés. Numerosos estudios sobre la abstinencia prolongada han demostrado una disminución de la m orfología y motilidad de los espermatozoides. La fertilidad óptima de la pareja no solo implica reconocer la cúspide y, por lo tanto, la ovulación, sino también tomar medidas sensatas para asegurar la salud de los espermatozoides. La abstinencia d urante demasiados días de fertilidad potencial puede aumentar los niveles de estrés debido al miedo a perder o no reconocer el pico y, por lo tanto, la posibilidad de un embarazo. La fertilidad potencial prolongada es una situación difícil y su manejo dependerá de cada pareja. el consejo sensación de no tener líquido seminal en días consecutivos permite a la mujer identificar una progresión en su patrón o la sensación resbaladiza. Se recomienda a la pareja mantener relaciones sexuales ocasionales. hasta que se observe una progresión en el patrón. Si la mujer experimenta de forma regular o intermitente una fase fértil prolongada y no se encuentra en una etapa de su vida en la que esto sea previsible, podría indicarse una disfunción ovárica o una patología. Debe ser derivada para una evaluación médica.