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El Método de Ovulación Billings™: entre la eficacia y el desconocimiento

Artículo publicado en la Revista Bioetica Brasileña en Marzo de 2021 

Los métodos de planificación familiar han estado presentes en la historia de la humanidad desde antes de los grandes avances científicos de los últimos siglos y, a pesar de las grandes inversiones de las últimas décadas, siguen teniendo limitaciones. Es el caso, por ejemplo, de los efectos secundarios provocados por los métodos artificiales, como las píldoras anticonceptivas, pero también de los métodos naturales, como el del ritmo y la temperatura basal, que no han satisfecho las necesidades debido a las incertidumbres y a las excesivas restricciones en las relaciones sexuales.

En el caso de algunas parejas, se añade al problema la enseñanza moral de sus tradiciones religiosas, especialmente aquellas para las que el carácter sagrado de la unión sexual es inseparable de la apertura a los hijos. Así, los fieles, deseosos de seguir esa enseñanza, buscan métodos que no separen esas dos dimensiones de la sexualidad humana y que, al mismo tiempo, sean eficaces en la planificación familiar. Esta es la posición oficial de la Iglesia católica, que desde el Papa Pío XII (1876-1958), pasando por Pablo VI (1897-1978) con la encíclica Humanae Vitae , Juan Pablo II (1920-2005) y recientemente el Papa Francisco (1936), con Amoris Laetitia 4, anima a observar los ritmos de fertilidad en el ejercicio de una sexualidad responsable.

En el contexto de la bioética, la cuestión de la superpoblación preocupó a uno de los pioneros del campo, Van Rensselaer Potter5, en la década de 1970. El bioquímico, considerado hasta hace poco el primero en utilizar el neologismo “bioética”, defendía el control demográfico como medida para la supervivencia de la humanidad. Así, según Pessini, al bioeticista no le gustaba el discurso religioso que se oponía a cualquier intento de limitar la fertilidad.  Además, en las décadas anteriores, el avance de los métodos anticonceptivos artificiales y la posibilidad de disociar casi por completo las cuestiones reproductivas y sexuales ya aumentaron la desconfianza respecto a los métodos naturales disponibles en la época.

A partir de este problema y siguiendo el pedido del sacerdote católico Maurice Catarinich, en los años 50, John Billings y, más tarde, su esposa Evelyn Billings, de Melbourne, Australia, trabajaron en un simple descubrimiento: la presencia y las características del moco en el orificio vaginal indicarían los períodos de fertilidad. James Brown, en la década de 1960, y Erik Odeblad, a fines de la década de 1970, de la Universidad de Umea, Suecia, validaron científicamente este hallazgo. Desde el principio, John Billings ayudó a idear el “método de ovulación de planificación familiar”, que desde la década de 1970 se ha llamado el “Método de Ovulación Billings” (MOB), en reconocimiento a su descubrimiento científico. Por tanto, se trata de un método natural de planificación familiar, con orientación científica y eficacia probada.

El 27 de enero de 1977 se fundó la Organización Mundial del Método de Ovulación Billings (Woomb – World Organisation of The Ovulation Method Billings) con el fin de propagar las informaciones ya conocidas1. En Brasil, el MOB comenzó a ser difundido en 1975, por Martha Sílvia Bhering, religiosa y enfermera obstétrica. Un año después, otra monja se unió al trabajo de Bhering, la hermana María José Torres, una doctora que estudió el MOB en Roma con Anna Capella. Las hermanas, en colaboración con la Arquidiócesis de São Paulo y la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, iniciaron lo que hoy es la Confederación Nacional de Planificación Natural de la Familia (Cenplafam Woomb)

A pesar de la conexión inicial con el catolicismo, el trabajo de la Cenplafam Woomb no se limita a los fieles católicos. Sin embargo, después de más de cuatro décadas de su difusión en Brasil, las investigaciones indican que la mayoría de la población10e incluso los profesionales de la salud11desconocen el método. Incluso los fieles católicos parecen desconocerlo, como demuestra una reciente encuesta realizada en una parroquia brasileña12. De los 47 entrevistados, 17 (36,2%) se autoasignaron una puntuación de cero en cuanto al conocimiento del MOB; 31 (67,4%) de los fieles se autoasignaron una puntuación de 0 a 5, frente a 15 (32,6%) que se calificaron con puntuaciones entre 6 y 1012.

Dentro y fuera de la Iglesia, se observa un cierto prejuicio por el desconocimiento del MOB, a veces erróneamente asociado al método del calendario menstrual (método del ritmo). La producción científica brasileña sobre el tema aún es escasa, con una simple búsqueda en el Portal de Publicaciones de Periódicos Capes y en los índices Pubmed y Lilacs por los términos “método Billings” y “Método de Ovulación Billings” en el título de las producciones, se encuentra solo cuatro artículos en portugués.

Sin embargo, ofrecer métodos naturales eficaces, sea cual sea la razón que lleva al paciente (o a la pareja) a buscarlos, está en consonancia con el consenso internacional establecido, por ejemplo, por la Conferencia de El Cairo (1994), que reconoce el derecho humano a la planificación familiar.  A nivel nacional, también se puede citar la Ley 9.263/199614, que regula la planificación familiar en Brasil y la declara un derecho de todo ciudadano.

Este derecho se apoya en los principios bioéticos de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia, postulados por Beauchamp y Childress. Se destaca sobre todo el respeto a la autonomía, cuyo principio establece el deber del profesional sanitario de informar al paciente para que sus decisiones no sean controladas o limitadas. Es decir, en el contexto que nos ocupa, la elección del método de planificación familiar a emplear solo concierne al paciente (o a la pareja).

Teniendo en cuenta este panorama, se pretende, a través de la revisión bibliográfica, describir la lógica del MOB y distinguir las fases del ciclo menstrual en relación con la planificación familiar, señalando la eficacia, los beneficios y los retos del método, para finalmente enumerar las reglas para su correcto funcionamiento.

El moco, clave para leer el método
Los métodos naturales de planificación familiar (también llamados de “comportamentales”, “diagnóstico de la fertilidad” o “regulación natural de la fertilidad”)17tienen en cuenta los cambios fisiológicos de la mujer durante el ciclo menstrual y la duración de los espermatozoides. Así, se basan en la periodicidad de la fertilidad e infertilidad humanas, en el hecho de que la mujer ovule una sola vez en cada ciclo, en la limitada capacidad del óvulo para ser fecundado (solo de 12 a 24 horas después de la ovulación), en la reducida duración del espermatozoide (de tres a cinco días después de la eyaculación) y en la posibilidad de que la mujer supervise su ciclo18.

Por ello, las probabilidades de que una relación sexual resulte en un embarazo varían en función de la ovulación de la mujer: 4% de probabilidades si la relación sexual ocurre cinco días antes de la ovulación; entre el 25% y el 28% si ocurre en los dos días anteriores a la ovulación; entre el 8% y el 10% en las 24 horas posteriores a la ovulación y prácticamente nulas en los demás días del ciclo menstrual.

El MOB se basa en el significado del moco cervical – secreción que contiene agua, sales minerales inorgánicas, células epiteliales, leucocitos y una mezcla de glicoproteínas (mucina) (…) producida por las células que recubren el cérvix (cuello del útero) . Este moco no fue comprendido por el mundo científico hasta el siglo XX (aunque las tribus africanas lo habían interpretado durante generaciones). Él hace que la vagina sea menos ácida y crea una especie de conducto para el paso de los espermatozoides al útero. Estudios como el de Odeblad demostraron que la presencia de moco es esencial para la concepción.

De hecho, en el transcurso de los días fértiles, la mujer produce una secreción mucosa de las glándulas del cuello uterino. En este caso, el moco anuncia la proximidad de la ovulación. Por lo tanto, si se le orienta la mujer es posible para ella reconocer este indicio de fertilidad y, de acuerdo con la pareja, decidir tener relaciones o abstenerse de ellas, según el deseo de embarazo o no.

Un estudio realizado con mujeres para determinar si eran capaces de predecir e identificar sintomáticamente su ovulación demostró –a partir del análisis de laboratorio de la hormona luteinizante del plasma, los estrógenos y el pregnandiol urinarios– que la ovulación se producía en promedio 0,9 días después de la aparición del pico sintomático (día cúspide) del moco señalado por las usuarias. Los primeros síntomas de mucosidad comienzan a aparecer de media entre seis y dos días antes de la ovulación. Así, la investigación ha demostrado que las observaciones del moco proporcionan una base fiable para el método de planificación familiar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó una evaluación clínica multicéntrica en India, Filipinas, Nueva Zelanda, Irlanda y El Salvador. Entre los hallazgos, se observó que el 93% de las mujeres encontraron un patrón de moco reconocible ya en el primer ciclo observado.

De este conocimiento se puede deducir, en términos generales, el principio para evitar un embarazo: la presencia de moco es un indicio de posible fertilidad, por lo que hay que evitar las relaciones sexuales, completas o incompletas. Incluso con la variación personal del ciclo, el período de fertilidad no es tan largo como para requerir niveles inalcanzables de abstinencia sexual. Por otro lado, el principio inverso es ampliamente beneficioso para quienes desean un embarazo, ya que las relaciones sexuales en días con presencia de moco aumentan la probabilidad de fecundación.

Características del moco
Inicialmente, el moco se caracteriza por ser pegajoso y filamentoso. Otro indicio es la presencia de un coágulo de moco oscuro (una especie de tapón del cuello uterino que se desprende al principio del periodo fértil y abre el paso al útero). Además de la observación ocular, este fluido puede ser percibido por la sensación de humedad en el canal vaginal2.

Esta evolución del moco fértil se produce cuando se acerca la ovulación. Comienza en poca cantidad, espeso, de color blanquecino, viscoso y con la cualidad de mantener su forma (sin elasticidad); a medida que avanza, presenta moco de transición, en mayor cantidad, que comienza a tornarse más líquido y se vuelve más translúcido, ligeramente elástico; en el pico de fertilidad, el moco es profuso, más líquido, transparente y elástico. A pesar de esta descripción, la mujer no necesita manipular el moco, ya que, para las observaciones diarias, basta con prestar atención a la sensación de lubricación en el canal vaginal y/o identificar la presencia de moco en la ropa íntima o en el momento de la higiene personal. Es importante señalar que no todas las mujeres tienen mocos visibles, por lo que deben ser entrenadas para percibir su evolución a través de la sensación vulvar.

Ciclo menstrual
Para entender el MOB, es necesario conocer bien el ciclo menstrual femenino, que se puede dividir, básicamente, en cuatro periodos: menstrual, infértil, fértil y estéril. El periodo menstrual dura una media de cinco días, con un flujo variable. La infertilidad está marcada por el patrón básico de infertilidad (PBI), si es que lo hay, porque no todas las mujeres cuentan con este periodo. Además, su duración puede variar, incluso en la misma mujer, debido a factores externos como el estrés. El periodo fértil tiene un patrón marcado por la presencia de moco fértil. En este periodo, la ovulación se identifica con el día cúspide, seguido de tres días de posible fertilidad. Por último, el periodo infértil se refiere a la fase postovulatoria, que suele durar de 11 a 16 días (invariable para una misma mujer).

Desarrollo de la fertilidad femenina durante el ciclo menstrual y el Método de Ovulación Billings

Período menstrual
En la adolescencia o en la premenopausia, al destetar o dejar la píldora, las mujeres pueden tener ciclos irregulares y ser normalmente fértiles. Sin embargo, incluso en estos casos se puede utilizar el MOB como en los ciclos considerados “regulares”

El sangrado vaginal marca el inicio del ciclo menstrual, que persiste durante unos cuatro o cinco días (con posibles variaciones). Durante esta fase, los ovarios no son muy activos y, en consecuencia, hay una baja cantidad de hormonas femeninas (estrógeno y progesterona) circulando en la sangre. A pesar de ello, en los ciclos menstruales muy cortos, la menstruación y el periodo fértil pueden coincidir simultáneamente. Por ello, se recomienda la abstinencia en los días de mayor flujo sanguíneo, que puede camuflar los indicios de fertilidad (aparición y progresión de las características del moco)

Posible primer periodo infértil: patrón básico de infertilidad
Después del período menstrual, puede aparecer el primer indicio de infertilidad, que es ciertamente identificable ya en el primer mes de observación. Es la sensación de sequedad en el canal vaginal, que caracteriza al PBI de tipo seco. Sin embargo, si en lugar de sequedad hay una pequeña cantidad de moco espeso, a veces pegajoso y continuo, sin cambios, se trata de PBI de flujo. En este último caso, puede ser necesario más de un ciclo para distinguir el cambio de moco infértil a fértil.

En los ciclos típicos de 28 días, ambos patrones, PBI seco o de flujo, persisten, en promedio, de dos a tres días después de la menstruación. Por otra parte, en algunos ciclos largos (…) puede haber moco todos los días o una sucesión de 3, 4 o incluso más días en los que hay moco, separados por días en los que no hay moco. Cuando hay moco todos los días, ese moco que se mantiene igual, día tras día, es un patrón básico de infertilidad (…) .Cuando los días secos y los días con moco se producen de forma intermitente, y el moco es igual siempre que está presente, durante 2 semanas de observaciones, (…) se tiene un patrón básico de infertilidad combinado de días secos y días con moco.

Período fértil
El final del PBI de tipo seco o de flujo y la entrada en el periodo fértil son identificables por la aparición de moco fértil en la región de la vulva. En el momento adecuado, todavía en la fase preovulatoria, el hipotálamo se comunica con la glándula pituitaria, encargada de producir las hormonas que actúan sobre los ovarios. Los folículos, presentes en los ovarios y portadores de un óvulo primitivo, se desarrollan y producen otra hormona parecida al estrógeno, el estradiol, que activará el cérvix (cuello del útero) para producir moco.

Es en este periodo cuando el aumento de las hormonas lleva a la producción del moco más fértil, esencial para la concepción porque ayuda a los espermatozoides, manteniéndolos en condiciones de fecundar, facilitando su movimiento y formando canales protectores y nutritivos para que suban a las trompas uterinas. Además, el moco obstruye los espermatozoides defectuosos.

Los otros procesos de la ovulación cambian significativamente las características del moco y aumentan la temperatura corporal. Ambos cambios se pueden observar. Según McKay, las características del moco cervical cambian visiblemente con los cambios en los niveles de estrógeno y progesterona en el ciclo, y esto ayuda a la mujer a darse cuenta de cuándo puede estar fértil y cuándo no.

Esta progresión del moco es observable hasta que se produce un cambio brusco en las características que lo definen como fértil. Este cambio tiene un significado importante, ya que indica que la ovulación se produjo el día anterior, llamado “día cúspide” o “pico de fertilidad”. Odeblad añade que en el 80% de los ciclos este es el día de la ovulación.

Bhering y Kajiyama comentan otras investigaciones que debaten sobre la ovulación: partiendo del supuesto de que la mujer es fértil solo uno o dos días en el ciclo, el día de la ovulación, el método de la ovulación correctamente aplicado hace posible la planificación familiar consciente, libre y responsable. Esto se debe a que el óvulo es viable durante uno o dos días y el espermatozoide tiene poder fecundante durante dos o tres días (…) , mientras que para Langman, el óvulo es viable solo durante 24 horas (…) . Para Hume el ápice del síntoma mucoso coincide con la ovulación o la precede en un día. Sin embargo, el doctor James Brown ha confirmado, mediante mediciones hormonales, que la fase fértil del ciclo (“la ventana de fertilidad”) comienza cuando se puede reconocer el primer cambio en las características del flujo a partir de un PBI. Esto demuestra que la fertilidad no puede considerar solo la vida del óvulo o del esperma, sino también el medio ambiente, el moco cervical.

Cabe señalar que las mujeres no ovulan necesariamente el día de mayor cantidad de moco, por lo que es importante observar las características de este moco, especialmente la sensación de lubricación. En los ciclos que duran entre 23 y 35 días, la fase fértil persiste durante aproximadamente cinco días. Incluso en los casos de ciclos más largos o más cortos, se mantiene esta misma media.

En un ciclo, normalmente solo un folículo alcanza la madurez para una posible concepción. Sin embargo, la ovulación, en cualquier ciclo, se produce solo en un día, es decir, cuando el óvulo sale del ovario y está listo para ser fecundado1. Por lo tanto, para la fecundación, es necesario que un espermatozoide atraviese la barrera del óvulo en menos de un día después de la ovulación. De lo contrario, el óvulo muere y se desintegra.

Período infértil: fase postovulatoria
Si no se produce la fecundación durante el periodo de viabilidad del óvulo y se observa un intervalo de tres días (“regla de la cúspide”) de abstinencia sexual tras el pico de fertilidad, la posibilidad de embarazo se reduce a cero y la pareja puede mantener relaciones sexuales sin restricciones durante un periodo de 11 a 16 días de infertilidad.

Después de estos días, el endometrio desciende y comienza un nuevo ciclo, con una nueva menstruación. Sin embargo, no todo sangrado indica que hubo ovulación (ciclo anovulatorio), porque pueden formarse menos hormonas en el endometrio y no ser suficientes para provocar la ovulación (común mientras hay lactancia materna exclusiva y en libre demanda).

Eficacia
Según Hansche, estudios –como la mencionada investigación de la OMS, que indicó una eficacia del MOB de aproximadamente el 98,5%– indican que, si se sigue correctamente, un método de planificación familiar natural como el MOB puede ser tan eficaz como los métodos artificiales más comunes. Respecto a este estudio de la OMS7, Malagodi y Braga afirman que no se debe minimizar la importancia de esta investigación ya que no fue solicitada por la Iglesia, ni promovida por empresas interesadas en vender algún producto, ni se restringió a un estudio pequeño y limitado. Se trata de una investigación multinacional y multicultural, coordinada por la OMS, que duró cuatro años.

Otra investigación, esta vez en Estados Unidos, indicó que el MOB tiene una eficacia en el primer año del 97%, en comparación con el 96% y el 95% de los métodos de dos días y del uso del calendario menstrual, respectivamente34. En Brasil, al visitar el centro de planificación familiar Cenplafam, Ricci35comprobó que entre 200 parejas que utilizaban el método no había ningún embarazo no deseado.

Cabe mencionar el estudio piloto de Klaus y colaboradores, que siguió estrictamente los métodos de Tietze y Lewit para la recogida y presentación de datos. Se realizó un seguimiento de 135 mujeres educadas en el MOB, a las que se les preguntó, cada vez que se producía un embarazo, si seguían las normas correctamente. Según las respuestas, los fallos se clasificaron como “biológicos” (fallo del método) o “personales” (fallo del usuario). Las tasas de fracaso biológico en 12 y 24 meses fueron de 0,072% y 0,517%, respectivamente. Los fracasos personales alcanzaron el 1,23% y el 1,38% a los 12 y 24 meses, respectivamente.

Para obtener la tasa total de embarazos no deseados, se suelen sumar los fallos biológicos y personales. Aun así, las cifras siguen siendo bajas –el 1,30% a los 12 meses y el 1,896% a los 24 meses– en comparación con las tasas más bajas de otros métodos (recordando que el uso de métodos convencionales también es susceptible de fallo personal). Por lo tanto, se considera que el MOB podría incluirse en la categoría “más eficaz” de Tietze.

Todavía basándose en los datos de otras investigaciones, Bhering y Kajiyama8afirman que la tasa de fracaso del MOB es baja, y su principal variable es el comportamiento sexual. Según Uchimura y colaboradores, cuando se utiliza correctamente el método Billings, la probabilidad de un embarazo no deseado varía entre el 1% y el 3% en 12 meses, y, corroborando estos datos, un estudio longitudinal prospectivo reveló que la probabilidad de concepción a partir de un coito ocurrido fuera del periodo definido como fértil por el método era del 0,4%.

Al igual que otros métodos, este está condicionado al factor humano, es decir, su eficacia dependerá de la correcta observación del moco y de la fidelidad a las reglas. A partir de estos y otros estudios, se concluye que el MOB tiene la misma eficacia (y a veces mayor) que otros métodos de planificación familiar considerados altamente eficaces.

Beneficios
Además del factor de eficacia, el MOB se destaca por ser de fácil aprendizaje. La mencionada encuesta de la OMS7incluía también a personas analfabetas. El método, a su vez, no implica costosos gastos a corto o largo plazo, como ocurre con otros.

En condiciones fisiológicas normales, el MOB dispensa medicamentos o dispositivos simplemente observando e interpretando las señales del moco2. Y a diferencia de otros métodos más tradicionales de este tipo, el método de la ovulación no requiere cálculos de calendario ni lecturas de la temperatura basal. Se basa únicamente en la forma en que el moco cervical –que la mayoría de las mujeres reconocen como su flujo vaginal normal– varía en las diferentes etapas del ciclo menstrual. De ello se deduce que, para las mujeres sin disfunciones reproductivas –y con respecto solo al tema anticonceptivo, sin considerar aspectos relacionados con las enfermedades de transmisión sexual, por ejemplo–, el MOB no requiere el uso combinado de otros métodos.

En cuanto a la participación de los hombres en la planificación familiar, las investigaciones han demostrado la importancia de la pareja en la experiencia del MOB: Se observó que la unión de la pareja en la aplicación del método es un factor motivador y determinante para su uso. Los entrevistados informaron del apoyo del cónyuge en las anotaciones diarias de las sensaciones percibidas, promoviendo el diálogo, haciendo al hombre corresponsable y protagonista en la planificación familiar.

Se ha informado de que el MOB ayuda a establecer la armonía física y mental en las parejas y tiene importantes beneficios sociales al promover la fidelidad y la armonía marital además de fomentar las relaciones monógamas entre las parejas sexualmente activas, que es la educación esencial necesaria para reducir la epidemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

A ello se añaden ventajas como: el reconocimiento de los problemas ginecológicos normales y anormales; la conformidad con la moral y los valores cristianos; y la prescindencia de médicos u otros recursos escasos en los países en desarrollo. Para los seguidores de la enseñanza moral católica (y de otras doctrinas similares), el MOB asegura las dos dimensiones del acto sexual: unitiva y procreativa, entendida como un verdadero “proyecto de vida en pareja”.

Otras ventajas del método son: el bajo coste; la ausencia de efectos secundarios; la adaptación a todas las fases de la vida reproductiva de la mujer, desde la adolescencia hasta la proximidad de la menopausia, cuando se abandona la píldora o cuando está amamantando, ya sea en ciclos “regulares” o irregulares; conservación de la sensibilidad (lo que no ocurre con los preservativos); ausencia de complicaciones como las causadas por los diafragmas y los dispositivos intrauterinos8; sensación de satisfacción de la mujer –por la sintonía con los ritmos corporales– y, en consecuencia, de su cónyuge. Todos estos aspectos hacen que el MOB sea muy apropiado para la realidad brasileña .

Según Ricci, los monitores de la Cenplafam Woomb difunden, además de la planificación familiar, otros temas muy beneficiosos, como la educación y orientación sexual, la medicina alternativa, la orientación para un parto normal (considerando el parto por cesárea como un medio extraordinario), la lactancia materna, los ejercicios para un embarazo más tranquilo y saludable, los cuidados prenatales, etc. De este modo, el método responde a las expectativas de los autores que defienden la importancia de que la planificación familiar abarque la salud reproductiva. Pessini y Barchifontaine señalan que, según las palabras del Plan de Acción de El Cairo, esto significa el derecho a la información y al acceso a métodos seguros, baratos e inocuos para la regulación de la fertilidad.

Finalmente, por ser natural y, por tanto, favorable a la salud y al autoconocimiento de las mujeres, se puede decir que el MOB contribuye al empoderamiento de las mujeres, superando una política de control, en la que las mujeres juegan un papel de objeto y no de sujeto de su historia sexual y reproductiva. El MOB encuentra apoyo y se presenta para algunos pacientes (o mejor dicho, para las parejas) como el método de planificación familiar más acorde con los principios bioéticos de no maleficencia y beneficencia.

Desafíos
Ningún método ofrece solo beneficios. Igualmente, el MOB tiene sus retos, entre ellos la calidad de la enseñanza para su buena comprensión y uso (se necesitan instructores experimentados), la motivación y cooperación de la pareja (factor más importante en el MOB que en otros métodos) y la certeza de lo que se quiere (porque si se mantienen relaciones sexuales en días fértiles, o se practican otras desviaciones, difícilmente se logrará el éxito)2. En este sentido, uno ya debe ser capaz de ejercer plenamente la sexualidad. Esta capacidad consiste en la actitud de disfrutar del intercambio amoroso mutuo, pero también de abstenerse de él, cuando sea necesario, sin dramas, ya que es una elección libre.

Además, una posible desventaja sería la interferencia con la espontaneidad sexual, requiriendo la abstinencia periódica y la modificación del comportamiento sexual 46(por lo tanto, las parejas más estables acogen y siguen el método más fácilmente). Sin embargo, la encuesta señaló que 318 de 371 (86%) de los participantes no encontraban la abstinencia requerida demasiada o difícil en el matrimonio. Otra investigación, más reciente, obtuvo resultados más significativos: ninguno de los 113 entrevistados consideró la abstinencia como un obstáculo para aceptar el método. Otra investigación cualitativa observó que, para las mujeres entrevistadas, la abstinencia periódica no se consideraba un problema: Por el contrario, puede aportar más libertad a la pareja, para demostrar que la unión de la pareja no se basa solo en el sexo; así, juntos, pueden decidir el momento más adecuado para tener relaciones sexuales.

Además, no hay que descartar la necesidad de una verdadera educación sexual, especialmente entre los jóvenes. De hecho, la educación sexual, en el contexto de la planificación familiar, puede proporcionar los medios adecuados para quienes no quieren tener hijos pero desean mantener una vida sexual activa.

Por último, el desconocimiento por parte de los ginecólogos, formados en una cultura que ignora los métodos naturales y fomenta la medicalización, es un verdadero obstáculo para la difusión y el uso del MOB. Aunque el Ministerio de Salud ordena que los profesionales de la salud informen a los pacientes de todas las opciones viables para la concepción y la anticoncepción, en la ya citada investigación de Uchimura y colaboradores solo el 5,1% de los encuestados dijo que su médico les había ofrecido alguna vez métodos naturales de planificación familiar.

A partir de estos datos, los investigadores concluyen que son pocos los médicos que ofrecen a sus pacientes la planificación familiar natural y la mayoría subestima la eficacia de estos métodos. Sin embargo, si los profesionales sanitarios tuvieran más conocimientos sobre la eficacia real del método y lo ofrecieran a sus pacientes, se atenuaría la discrepancia encontrada entre la aceptación/el interés por el método y su uso real. A pesar de las políticas de planificación familiar mencionadas, la negligencia ocurre en los servicios de atención primaria, donde no hay definición de los roles de los profesionales que componen el equipo, percibiéndose una distancia entre lo que propone el MS [Ministerio de Salud] y lo que es la práctica en el Programa Salud de la Familia. Así, se ignoran los derechos de información y elección, recomendados por el principio biomédico de respeto a la autonomía del paciente.

Normas generales
Para mitigar el desconocimiento mencionado en el apartado anterior, cabe señalar que el MOB recomienda normas generales para evitar u obtener embarazos. La primera regla para prevenir la concepción, de importancia fundamental, es, en los días de abstinencia, evitar no solo el coito, sino todo contacto genital (lo que no incluye evitar otras expresiones de amor, esenciales para mantener una relación sana)2. Esto se debe a que la excitación sexual del hombre (aunque no eyacule) puede producir secreciones que pueden contener espermatozoides que pueden ser transportados por el moco fértil desde el exterior de la vagina, de modo que puede producirse la concepción.

En resumen, hay cuatro reglas generales para evitar el embarazo. Son muy sencillas y se pueden dividir didácticamente en dos bloques (“reglas de los primeros días” en la fase preovulatoria, y “regla de la cúspide” en la fase posovulatoria):

Reglas de los primeros días

Regla 1: Evite las relaciones sexuales en los días de sangrado abundante durante la menstruación.

Regla 2: Las noches alternas están disponibles para el coito cuando estos días son reconocidos como infértiles (patrón básico de infertilidad).

Regla 3: Evite las relaciones sexuales en cualquier día de moco o sangrado que interrumpa el patrón básico de infertilidad. Deje pasar tres días de PBI antes de retomar las relaciones sexuales en la noche del cuarto día. La regla 2 continúa.

Regla de la cúspide

Cuando se identifica la cúspide, tras un cambio del PBI, se aplica la Regla de la Cúspide. Desde el comienzo del cuarto día después de la cúspide, hasta el final del ciclo, el coito está disponible todos los días, en cualquier momento.

Por lo tanto, durante la menstruación debe evitarse el coito. El objetivo es que los indicios de fertilidad no queden ocultos por el sangrado, ya que en algunos ciclos cortos la ovulación puede producirse durante la menstruación o inmediatamente después. La misma orientación es válida para cualquier día de sangrado incluso antes del inicio de la menstruación (más tres días sin coito)

Después de la menstruación, puede manifestarse un PBI seco o de flujo. En esos pocos días sin variaciones, se aplica la regla de los primeros días. En este periodo, las relaciones sexuales solo se permiten por la noche y, para mayor seguridad, en noches alternas, con el fin de facilitar la observación del moco durante el día. Los cambios pueden indicar fertilidad, por lo que cuando se noten, se debe evitar el coito durante tres días, en los que se podrá observar la entrada en el periodo fértil o la continuidad del PBI.

La entrada en los días fértiles está marcada por cambios en la cantidad, el color, la viscosidad, la fibrosidad o la humedad del moco. En estos días, hasta el tercer día después de la cúspide, no se deben mantener relaciones sexuales: El MOB añade tres días después del día de la cúspide para tener un 100% de seguridad de que se han alcanzado los días infértiles postovulatorios.

Después del cuarto día de la cúspide comienza un nuevo período de infertilidad, que persistirá hasta la siguiente menstruación. Como el óvulo ya está muerto, la posibilidad de embarazo es nula, por lo que las relaciones sexuales son libres todos los días y en cualquier momento.

A partir del conocimiento de los días de mayor fertilidad, el MOB también se utiliza como medio para embarazarse, especialmente cuando la pareja tiene problemas de infertilidad. La regla es sencilla: vigilar las señales de fertilidad y tener relaciones sexuales en los días de moco fértil.

Consideraciones finales
El artículo repasa los orígenes del MOB y destaca su desarrollo tras más de cincuenta años de investigaciones. La clave del método es el moco cervical, que funciona como un indicador fiable de la fertilidad, ayudando a identificar la ovulación de forma fácil, gratuita y segura. El método utiliza este significado del moco para ayudar a las parejas a reconocer sus ciclos de fertilidad y así ejercer la sexualidad de forma responsable, planificando la paternidad y la maternidad.

La principal ventaja de MOB –y la más esperada de cualquier método– es la alta eficacia (entre el 97% y el 99%, comparable a la mayoría de los métodos convencionales).Este resultado es contrario a cualquier sentido común que identifique erróneamente el método con el “calendario menstrual” (método del ritmo), juzgándolo sospechoso.

Además, con la orientación adecuada, es fácil aprender el método e identificar rápidamente el patrón del moco. Para ello, no es necesario ni el reposo (como en los métodos de temperatura basal y sintotérmico) ni la manipulación del moco cervical; basta con sentir el progreso de la lubricación. El MOB es adecuado para todas las mujeres, ya que no depende del número de días de un ciclo menstrual (largo o corto) ni de su regularidad de un mes a otro. Esto se debe a que el método no se basa en cálculos y previsiones, sino en la observación diaria del moco.

El método tampoco requiere la ayuda de fármacos y otros dispositivos, favoreciendo el autoconocimiento femenino y, en consecuencia, la salud reproductiva. En última instancia, el MOB proporciona medios para empoderar a las mujeres y beneficia el diálogo entre la pareja, con una participación más efectiva de los hombres en la planificación familiar. Por último, es un método admitido por varias tradiciones religiosas, incluida la católica.

Hay que explicitar que el MOB no está exento de retos, que pueden ser más o menos relevantes dependiendo de la pareja. Entre estos retos se encuentran la calidad de la enseñanza del método, la escasa educación sexual (en muchas familias, la educación sexual, cuando se produce, se limita únicamente a la recomendación del uso del preservativo), la motivación de la pareja para el ejercicio periódico de la abstinencia sexual, el desconocimiento del método por parte de los profesionales sanitarios y, por último, la mentalidad imperante de la medicalización (después de todo, ¿no es más fácil tomar una píldora?).

Para concluir, aunque los beneficios del MOB parecen superar los desafíos, se observa que, para que este método y otros de planificación familiar natural sean más conocidos y adoptados, es urgente en Brasil crear y promover programas, en salud y otras áreas, que ofrezcan una educación sexual más completa a la población. Además, es urgente formar a los profesionales de la salud para que proporcionen información segura y precisa sobre todos los métodos anticonceptivos disponibles (incluidos los métodos modernos de planificación familiar natural), de forma imparcial y sin prejuicios, como exige el principio bioético de justicia. Una vez hecha la elección del paciente (o de la pareja), el profesional debe respetarla, tal como establece el principio de autonomía.
Por WOOMB España 02 may, 2024
Este estudio describió que la adiposidad aumentada puede afectar negativamente la esfera sexual a través de sus efectos metabólicos y su impacto perjudicial sobre las hormonas reproductivas. Además, una vía metabólica desregulada puede promover la apoptosis entre las células espermatogénicas. Con base en estas premisas, parece beneficiosa una relación entre la pérdida de peso y la mejora de los parámetros seminales. Para investigar si la actividad física puede afectar los parámetros del semen y la tasa de fertilidad, se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática en los principales conjuntos de datos. En este estudio los términos de búsqueda incluyeron: "terapias de reproducción asistida", "fertilidad", "parámetros de semen", "parámetros de esperma" y "actividad física". Este análisis se realizó de acuerdo con las pautas de elementos de informe preferidos para revisiones sistemáticas y metanálisis y se registró en PROSPERO (CRD42023384471). Se han identificado un total de 47 estudios; Se ha eliminado 1 referencia después de la verificación de duplicación. Después de la selección preliminar, se excluyeron 32 artículos. Teniendo en cuenta los criterios de exclusión, se evaluó la elegibilidad de 15 artículos de texto completo. Después de una revisión del texto completo, se incluyeron en el metanálisis seis estudios publicados durante un lapso de ocho años (2014-2022). Se investigaron los parámetros del semen, el embarazo y las tasas de natalidad. Para comprobar el riesgo de sesgo se ha utilizado la herramienta Cochrane revisada de riesgo de sesgo (Rob2). Los resultados reflejaron que un número de pacientes inscritos en los estudios oscila entre 17 y 521; al final, se han incluido en el estudio un total de 1.637 pacientes. Los parámetros de fertilidad investigados fueron los parámetros de calidad del semen y las tasas de embarazo y nacidos vivos. Se ha establecido una relación estadísticamente significativa entre el ejercicio físico y la concentración de espermatozoides (p=0,02), la motilidad total de los espermatozoides (p<0,01), el recuento total de espermatozoides (p<0,01) y la morfología normal (p<0,01). Además, el estudio registró asociación estadísticamente significativa entre la actividad física y la tasa total de embarazo (p<0,01) y la tasa de nacidos vivos (p<0,01). Las conclusiones del estudio demostraron que la actividad física se asocia significativamente con la mejora de los parámetros del semen y puede ser crucial para mejorar o incluso revertir la infertilidad masculina.
Por WOOMB España 02 may, 2024
Para poder responder a esta pregunta tenemos que pensar en qué está pasando con las hormonas ováricas durante el ciclo y su efecto tanto en el cuello uterino como en la vagina. También debemos volver a la literatura y considerar lo que han descubierto los estudios científicos desde el comienzo del desarrollo del Método de Ovulación Billings®: los estudios clínicos de los Drs. John y Evelyn Billings, los estudios hormonales del Profesor Brown y los estudios cervicales. Estudios de moco realizados por el profesor Odeblad. El Método de Ovulación Billings® fue desarrollado por primera vez por el Dr. John Billings pidiendo a las mujeres que llevaran un registro de sus sensaciones vulvares todos los días de su ciclo y luego escucharan lo que le decían. Rápidamente pudo ver que estaban describiendo patrones, la menstruación generalmente era seguida por un número variable de días de sensación de sequedad y sin secreción, luego las mujeres consistentemente le decían que sentían algo en un momento. Miraban su vulva y veian una secreción. Se reconoció la importancia de la s ensación resbalosa que era seguida por una vuelta a la sequedad o una sensación que ya no era ni resbaladiza ni mojada. De ahí que se establecieron las fases del ciclo para el Método de Ovulación Billings® y se desarrollaron las Reglas: estas parejas pudieron aplicar las 4 Reglas del Método y no concibieron. Sin embargo, algunas mujeres les decían que nunca estaban secas por lo que si bien en el momento de la ovulación (identificación del pico) y la fase lútea de la infertilidad podía ser así. Se reconoció que era similar para todas, la duda sobre empezaba la fertilidad en estas mujeres. Cuando la Dra. Lyn Billings comenzó a trabajar con el equipo, rápidamente reconoció que aunque la descripción de secreción que estaban experimentando no era igual para todas las mujeres, lo que si que coincidían: que era igual para cada individuo y lo describían como algo que era igual día tras día, antes de que ellas pudieran reconocer que cada día era un poco diferente antes de que se notara la sensación resbaladiza. La Dra. Lyn Billings colaboró con el Profesor Brown, quien ya había confirmado que las fases del ciclo identificadas por estas mujeres se correlacionaban con el aumento y la caída de las hormonas ováricas y que el pico estaba cerca del día de la ovulación. Cuando el profesor Brown estudió los niveles hormonales diarios de estas mujeres con flujo diario, pudo demostrar que el nivel de estrógeno se mantuvo bajo y estable hasta que la mujer comenzó a describir el patrón cambiante en desarrollo. Las hormonas confirmaron lo que el Dr. Billings había descrito: la naturaleza inmutable de las descripciones reflejaba un patrón de infertilidad de la misma manera que los días secos reflejaban infertilidad para las otras mujeres. Se reconoció el PBI de flujo contínuo. Se realizaron más estudios clínicos con mujeres que tenían un PBI de flujo contínuo aplicando las reglas de los primeros días al patrón inmutable que estaban experimentando. Sin embargo, nuevamente hubo un problema. ¿Cómo podrían estar seguros de que el patrón no cambiaba si tal vez hubiera seis o siete días de menstruación seguidos de sólo 2 o 3 días antes de que comenzara el patrón cambiante? Quizás el comienzo del cambio era confuso: fue solo un cambio sutil y la mujer no estaba segura de poder identificar su primer día de cambio. Era obvio que se necesitaba estudiar los ciclos a lo largo del tiempo, para estar seguros de que los patrones eran realmente los mismos, día tras día, ciclo tras ciclo. Se consideró que tres ciclos eran un marco temporal adecuado, ya que en el tercer ciclo las mujeres decían que ahora podían reconocer los mismos patrones después de cada menstruación y luego estaban seguras del primer día del cambio y lo estaban registrando apropiadamente. Ahora entendíamos la importancia de los niveles bajos y estables de estrógeno antes de que comenzar la fertilidad. Indicaba infertilidad preovulatoria: un patrón básico de infertilidad (PBI). En este punto el equipo no entendió lo que estaba sucediendo en el cuello uterino o la vulva, excepto que las descripciones de la mujer sobre el patrón cambiante y en desarrollo y la sensación resbaladiza era una respuesta cervical y era significativa para fertilidad y que las descripciones de las mujeres de sus fases del ciclo se correlacionaban con los ensayos hormonales ováricas de laboratorio. Ahora también quedó claro por qué la mujer puede describir algo diferente de su PBI durante su fase lútea. Esta fase del ciclo estuvo influenciada por niveles altos de estrógeno y progesterona. El PBI sólo era reconocible antes de que comenzara la fertilidad. Luego llegó el profesor Odeblad. Con él se pudo confirmar el trabajo de los doctores Billings y su equipo y explicar el inbrincado papel que desempeña el cuello uterino en la fertilidad. También pudo confirmar por qué la pareja está infértil fuera de estos tiempos. Su comprensión de la acción del moco G al bloquear la entrada de espermatozoides a través del cuello uterino en todo momento, excepto cuando un folículo está creciendo y madurando para la ovulación, confirmó por qué el embarazo no se produciría fuera de la fase fértil reconocible. Fue el profesor Odeblad quien pudo explicar que el flujo que estas mujeres experimentaban en ciclos de menos de 35 días no era vaginal, sino pequeños segmentos que se desprendían del fondo del tapón mucoso G. El tapón mucoso no es una entidad estancada, como lo es un tapón de baño, sino que es un organismo vivo, donde l as células crecen y mueren constantemente. Algunas mujeres fueron conscientes de una secreción mientras que otras no tuvieron esta experiencia. Una vez más, la importancia de los patrones que experimentó la mujer fue evidente. No es la descripción individual, sino el patrón inmutable lo que nos dice que ella es infértil. El cuello uterino no sólo responde al aumento de los niveles de estrógeno, sino que también hace que las células epiteliales vaginales crezcan y se desprendan. Al final de la menstruación, los niveles de estrógeno son bajos, una vez que los folículos comienzan a crecer rápidamente los niveles de estrógeno aumentan rápidamente, el cuello uterino responde y la mujer nota un patrón cambiante. En el ciclo de duración normal, no hay tiempo para que el crecimiento de las células epiteliales que recubren la vagina provoquen un PBI de flujo contínuo. Por otro lado, cuando se retrasa la ovulación, una pequeña cantidad de actividad ovárica provoca que se produzca una cantidad leve, constante o fluctuante de estrógeno, lo que hace que las células epiteliales vaginales crezcan y se desprendan, lo que provoca un PBI de flujo. Cuando la mujer regresa a la sesión de seguimiento con su gráfica, la monitora la ayudará a identificar las fases de su ciclo. Si sus ciclos duran menos de 35 días, ¿cuál es su PBI? Si ha registrado días secos antes del inicio de la fertilidad, se le puede dar un PBI seco. Si no hay días secos, ¿Hubo días antes del patrón cambiante en desarrollo que no cambiaron? Si es así, y este patrón inmutable reaparece después de la menstruación, lo registró con pegatinas amarillas o el símbolo =. Sin embargo, no recomendamos utilizar estos días para tener relaciones sexuales en esta etapa. Las gráficas adicionales (3 ciclos en total) revelarán si este es el PBI de flujo contínuo en esta mujer. Se estudian tres ciclos para establecer el PBI de flujo en ciclos de 35 días o menos. En algunos casos, es posible que uno de estos ciclos no haya tenido PBI: la fertilidad fue evidente inmediatamente después de la menstruación. Incluso en esta situación, el estudio de los tres ciclos aún puede establecer el patrón que no cambia. Está aprendiendo a identificar las fases de su ciclo y puede estar segura de que los dos ciclos que fueron más largos tuvieron un patrón invariable reconocible que se repitió después de la menstruación. Ahora puede reconocer su PBI de flujo. La pauta de observar 3 ciclos tiene en cuenta las variaciones del ciclo, ya sea que haya varios, pocos o ningún día de infertilidad preovulatoria. Una repetición de una secreción inmutable dentro de los tres ciclos confirma este patrón como su Patrón Básico de Infertilidad. En el cuarto ciclo, ahora se pueden aplicar todas las Reglas, incluidas las relaciones sexuales utilizando la Regla 2 de los primeros días durante el PBI. Hoy podemos enseñar con confianza gracias a la motivación y diligencia de nuestros cuatro increíbles científicos que reconocieron que cada mujer era única pero que la naturaleza tendría la respuesta para cada mujer.
Por WOOMB España 02 may, 2024
El Método de la Ovulación Billings® es una excelente herramienta para monitorear la salud reproductiva de una mujer, pero no se puede utilizar al 100% como una herramienta de diagnóstico ya que carece de especificidad. Sin embargo, su alta sensibilidad lo convierte en una excelente herramienta de concienciación sobre la salud. La sensibilidad proviene de la capacidad del signo mucoso para reflejar los cambios de homeostasis, un mecanismo regulador clave en la salud y la enfermedad. El buen funcionamiento del sistema reproductor femenino y la producción de moco cervical dependen de la homeostasis de otros sistemas, como el neuroendocrino y el sistema inmunitario. Incluso un pequeño cambio en la regulación hormonal, o en el equilibrio de la flora vaginal, puede cambiar las propiedades del moco cervical, debido a la organización estructural específica de las proteínas del moco. El Método de la Ovulación Billings® transfiere los complejos procesos fisiológicos que mantienen la homeostasis a un simple signo de salud, con la misma sensibilidad y precisión con la que transfiere los complejos procesos de fertilidad a un simple signo mucoso. Mediante la monitorización diaria del signo del moco, una mujer puede reconocer el cambio en la homeostasis de su sistema reproductivo, corregir sus hábitos o visitar a un médico y resolver el problema antes de que se vuelva difícil de manejar. Muchas enfermedades pueden prevenirse de esta manera. Por lo tanto, además de su designación como una herramienta de conocimiento de la fertilidad, el Método de la Ovulación Billings® también puede ser designado como una herramienta de conocimiento de la salud. El Método de Ovulación Billings® es una excelente herramienta para monitorizar la salud reproductiva de la mujer. Los profesores y usuarios del Método de Ovulación Billings® han experimentado que, al utilizar el Método de Ovulación Billings®, las mujeres se vuelven más conscientes de su salud. Adquieren la capacidad de notar cualquier cambio con respecto a lo normal, eso los alerta para tomar medidas para prevenir enfermedades y mantenerse saludables. Dado que los patrones característicos de moco asociados con algunos trastornos del sistema reproductor femenino pueden usarse como indicadores útiles en los procedimientos de diagnóstico, el Método de Ovulación Billings® a menudo se conoce como una herramienta de diagnóstico. Tal promoción del Método lo empuja al campo de la atención médica profesional, y se establecen expectativas del Método que pueden llevar a la decepción. El profesor habitual del Método de Ovulación Billings® no es un profesional médico y no puede establecer un diagnóstico mediante la lectura de las gráficas. Por otro lado, los médicos en su mayoría ignoran el Método como herramienta de diagnóstico. En esta charla trataré de reafirmar el Método de Ovulación® Billings como una excelente herramienta para el seguimiento de la salud reproductiva de la mujer y no como una herramienta diagnóstica. Por definición, una herramienta de diagnóstico debe ser sensible y específica. Las gráficas de fertilidad carecen de especificidad. Un monitor formado o una usuaria experimentada puede reconocer si su moco tiene un patrón anormal y si no está ovulando regularmente. Sin embargo, las historias clínicas no especifican si esta anomalía se debe a un trastorno hipotalámico, hipofisario, tiroideo, suprarrenal, pancreático u ovárico. No hay datos específicos en la gráfica que puedan excluir ninguno de estos trastornos. Por lo tanto, el Método de Ovulación Billings® no puede utilizarse como una herramienta de diagnóstico adecuada. Sin embargo, el Método puede ser muy útil en la detección de enfermedades y el seguimiento del tratamiento debido a su sensibilidad. No se ha medido la sensibilidad del Método, en el sentido de su capacidad para dar un resultado positivo para un sujeto que tiene una enfermedad. En esta charla se percibirá la sensibilidad del Método a través de algunas características del cuerpo humano y de la fertilidad femenina que forman la base de la sensibilidad del Método. El concepto de homeostasis puede explicarse a partir de la definición de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social y no simplemente la ausencia de enfermedades o dolencias". Esto significa que la salud implica la existencia de una armonía general dentro del cuerpo. En fisiología, esta armonía, o equilibrio, se llama homeostasis. "La homeostasis es cualquier proceso de autorregulación por el cual los sistemas biológicos tienden a mantener la estabilidad mientras se ajustan a las condiciones que son óptimas para la supervivencia. La homeostasis es un mecanismo regulador clave en la salud y la enfermedad. La homeostasis normal es fundamental para mantener la salud y las funciones fisiológicas normales. Por el contrario, la progresión de la enfermedad suele ir acompañada de un desequilibrio en la homeostasis". He aquí un ejemplo. En circunstancias normales, la temperatura corporal óptima para la homeostasis es cercana a los 37 °C. Durante la infección, es necesaria una temperatura más alta, como 38 o 40 grados, para la respuesta inmunitaria adecuada y el proceso de inflamatorio. Eso significa que la homeostasis necesita una temperatura más alta para la defensa adecuada contra la infección. Este estado es menos favorable para el cuerpo normal, pero es necesario para la supervivencia. Tan pronto como cesa la inflamación, la temperatura vuelve a los 37 grados predeterminados. Un ejemplo similar, pero menos dramático, es una temperatura más alta durante la fase lútea del ciclo menstrual, cuando la homeostasis reacciona al aumento de la progesterona elevando la temperatura basal. La homeostasis se mantiene principalmente por las señales de los sistemas nervioso endocrino y autónomo, pero también por el sistema inmunológico. Por ejemplo, en la obesidad, el sistema inmunitario produce una inflamación crónica del tejido adiposo. Esto conduce a un cambio en la capacidad de respuesta a la insulina y contribuye a la resistencia a la insulina y a la aparición del síndrome de ovario poliquístico (SOP). Por otro lado, la mala nutrición o el estrés crónico pueden activar la corteza suprarrenal para producir más cortisol, lo que aumenta la glucosa en sangre y suprime el sistema inmunológico. Estos dos ejemplos muestran que la homeostasis puede cambiar de la fisiología normal, pero es necesaria para nuestra supervivencia. Nuestro cuerpo tiende a volver a su estado predeterminado, y si esto no sucede se puede desarrollar una enfermedad. Podemos ayudar a nuestro cuerpo a restablecer su homeostasis normal cambiando nuestros hábitos nutricionales, o evitando situaciones estresantes, o haciendo más ejercicio. Nuestro cuerpo se adaptará rápidamente a mejores condiciones y adquirirá una homeostasis normal y saludable. Si un individuo no reconoce que su cuerpo está fuera de la homeostasis normal y sigue ejerciendo presión sobre el cuerpo por malos hábitos, el cuerpo puede caer insensiblemente en una enfermedad. Por lo tanto, es muy importante reconocer el cambio en la homeostasis de inmediato. Un sistema de órganos, que es lo suficientemente sensible como para detectar incluso un pequeño cambio en la homeostasis, es el sistema reproductor femenino. Mantener la homeostasis en el sistema reproductor femenino, un sistema que está bajo la influencia de hormonas sexuales altamente orquestadas y que cambian cíclicamente, es una tarea muy exigente. Por ejemplo, solo un pequeño cambio de los niveles hormonales normales puede cambiar la homeostasis del sistema reproductor femenino. Curiosamente, los mismos cambios también se reflejan en los cambios en las propiedades del moco cervical. Dado que las usuarias del Método de Ovulación Billings® están capacitadas para rastrear los cambios en el moco cervical, también están capacitadas para monitorear los cambios sutiles de la homeostasis del sistema reproductivo femenino que reflejan la homeostasis de todo el cuerpo femenino. Gracias al Dr. John y la Dra. Evelyn Billings y a sus sucesores que se han dedicado tanto a preservar los principios fundamentales del Método, incluido el enfoque individual, el Método de Ovulación Billings® permite a cada mujer encontrar su propia manera de reconocer incluso los cambios más pequeños en el moco a través de observaciones diarias. Esto hace que el Método sea una herramienta sensible y valiosa no solo para el reconocimiento de la fertilidad, sino también para el reconocimiento de cualquier desviación del estado normal de homeostasis. Cualquier estandarización del Método reduciría su utilidad para este propósito. El moco cervical puede reflejar cambios en la homeostasis. Como ya se ha mencionado, la homeostasis puede verse alterada por dietas poco saludables, falta de vitaminas, situaciones de estrés, influencia de factores externos, disruptores endocrinos del medio ambiente, estrés, demasiado o muy poco entrenamiento, infecciones, desequilibrio de la flora vaginal, etc. Cada uno de esos factores también cambia la mucosidad. Algunos de esos factores cambian la mucosidad indirectamente, al cambiar el nivel de hormonas sexuales o su función. Algunos de los factores afectan directamente a la calidad de la mucosidad. Algunos hacen ambas cosas. Si una mujer está sana y es fértil, las propiedades de la mucosidad reflejarán un intercambio cíclico típico de hormonas. Si las hormonas están alteradas, las propiedades de la mucosidad lo reflejarían. El cambio de las propiedades del moco puede ocurrir muy rápidamente: eso puede explicarse por la rápida señalización de estrógenos. Si hay algo de moco en las células listo para la secreción, y las células reciben una señal adecuada, solo se necesitan unos minutos para que el moco salga de las criptas cervicales. Por lo tanto, solo un pequeño aumento o disminución del nivel de estrógeno podría cambiar la cantidad y las propiedades de la mucosidad en muy poco tiempo. El mecanismo molecular de una respuesta tan rápida de las células endocervicales aún no se comprende completamente. Nuestro equipo trabaja actualmente en la hipótesis de que un neurotransmisor llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA) está implicado en la regulación de la rápida secreción de moco de las células. También estamos investigando otra molécula, llamada CFTR (regulador de la transductancia transmembrana de la fibrosis quística), que probablemente sea responsable de los rápidos cambios en las propiedades de la mucosidad. Se descubre que el CFTR es una molécula clave responsable del síndrome clínico de fibrosis quística. La fibrosis quística es una enfermedad caracterizada por secreciones mucosas espesas y se asocia con subfertilidad e infertilidad. La proteína CFTR es un canal iónico epitelial que transporta iones de cloruro (Cl-) y bicarbonato (HCO3-) a la mucosidad secretada y, en consecuencia, eleva su pH y contenido de agua. Por lo tanto, el moco es delgado y penetrable por los espermatozoides. La expresión y actividad de CFTR depende de los niveles de estrógenos. La disminución de los niveles de estrógeno impide que el CFTR transporte los iones, el pH se vuelve más bajo y la mucosidad se vuelve más espesa. ¿Cómo puede la mucosidad cambiar sus propiedades en poco tiempo? ¿Es posible? Los científicos no tienen un consenso sobre qué moléculas marcan la diferencia crucial entre el moco G espeso y el moco S acuoso, pero todos están de acuerdo en que la diferencia obvia está en el contenido de agua, el pH y los iones de bicarbonato. Estos mismos factores pueden marcar una gran diferencia en la organización estructural del moco y su patrón de cristalización. Esto se debe a una tendencia de las proteínas mucosas, denominadas mucinas, a cambiar sus interacciones intermoleculares dependiendo de la acidez (pH) de la solución. A pH bajo, las mucinas forman estructuras lineales como fibras largas que se engranan y producen una red gruesa, impermeable para los microbios y los espermatozoides. A pH más alto, las mucinas forman pequeñas estructuras globulares como pequeñas bolas que pueden separarse y dejar que los espermatozoides atraviesen la mucosidad fresca con un alto contenido de agua. Podemos comparar esto con las cuerdas de lana. El moco S es como pequeñas bolas de lana que dejan suficiente espacio para que pase el esperma, y el moco G es como hilos de lana enredados que no permiten que pase nada. En el moco seco, las fibras de las mucinas impermeables forman grandes bultos sin un patrón de cristalización específico. Por otro lado, las pequeñas unidades globulares del moco periovulatorio seco están dispuestas en serie o forman patrones de cristalización similares a los de los helechos. El cambio de la organización estructural de las mucinas es un proceso reversible, y este cambio puede ser muy rápido. Incluso los espermatozoides que entran en la vagina pueden, debido a su alto pH, cambiar la mucosidad pegajosa en mucosidad elástica, lo que se asemeja al cambio de la fase infértil a la fértil del ciclo. Por eso es importante abstenerse de mantener relaciones sexuales en el período de definición del PBI de flujo continuo. En resumen, el moco es una estructura muy versátil y muy sensible a pequeños cambios en los niveles de estrógeno y progesterona. Además de esto, el estrógeno y la progesterona forman parte de una gran red de interacciones hormonales que están gobernadas por el sistema nervioso central y son muy sensibles a los cambios de homeostasis. Junto con el sistema neuroendocrino, el sistema inmunitario también tiene un impacto en el moco cervical. Además de su papel en la fertilidad, el moco cervical es el "guardián" inmunológico clave del sistema reproductor femenino superior "estéril". El moco debe ser espeso e impenetrable por los patógenos y por los espermatozoides, excepto en la fase periovulatoria del ciclo. Hasta la fecha, se han descrito más de 50 especies microbianas (virus, bacterias y hongos) en el tracto vaginal. Viven allí en un equilibrio natural hasta que algo perturba este equilibrio. Puede ser el uso de antibióticos que matan algunas bacterias buenas; o beber mucho jugo dulce que promueve el crecimiento de hongos; o un estrés que suprime el sistema inmunológico; o simplemente una infección por un patógeno externo. Luego, las bacterias patógenas ingresan al cuello uterino tratando de dañar la capa mucosa protectora. Si se destruye el moco, una reacción inmunitaria inicia los procesos de inflamación que pueden conducir al daño de la capa epitelial. La capa epitelial trata de evitar esto produciendo más y más moco. Las bacterias saludables como los lactobacilos ayudan a producir un ambiente ácido que mata los patógenos y mantiene el espesor de la mucosidad. Las reacciones inmunitarias de las células epiteliales cervicales están reguladas por hormonas sexuales que cambian cíclicamente, por lo que solo un pequeño cambio en la homeostasis microbiana o en el equilibrio hormonal puede cambiar la cantidad y las propiedades del moco. El estrés y los hábitos nutricionales también pueden provocar un desequilibrio hormonal y una alteración de la homeostasis. Por ejemplo, si una mujer consume alimentos con un alto contenido de azúcares simples o ácidos grasos trans, sus concentraciones de glucosa en ayunas pueden aumentar, lo que puede resultar en una mayor resistencia a la insulina, concentraciones más altas de factor de crecimiento similar a la insulina I (IGFI) y andrógenos y, finalmente, trastornos de la ovulación y un patrón de moco anormal. Los peligros ambientales, como los disruptores endocrinos (EDC, por sus siglas en inglés) en los alimentos y el medio ambiente, también pueden tener un impacto significativo en la actividad ovárica y la fertilidad y, por lo tanto, en la producción y las propiedades de la mucosidad. El Método de Ovulación Billings® es una herramienta de concienciación sobre la salud. El Método de Ovulación Billings® ha sido reconocido como una excelente herramienta para el monitoreo de la fertilidad y, por lo tanto, un método confiable y simple para la planificación familiar, debido a su capacidad para traducir con exactitud y precisión los complejos procesos corporales en un simple signo de moco. Un usuario del Método puede desconocer por completo las interacciones entre los ovarios y el sistema neuroendocrino que preparan un óvulo pequeño para la ovulación y la fertilización. El signo de moco simplemente muestra: "Hoy probablemente soy fértil" o "Hoy no soy fértil". Con la misma sensibilidad y precisión, el moco transfiere la información sobre la salud del cuerpo a un simple signo: "La homeostasis está en equilibrio", o "La homeostasis está alterada". El patrón anormal de moco suele aparecer antes de que la mujer tenga un problema de infertilidad o enfermedad. Mediante el seguimiento diario del signo mucoso, puede reconocer el cambio en la homeostasis de su sistema reproductivo, e incluso relacionarlo con algunas influencias externas como cambios en la rutina diaria, hábitos nutricionales, episodios de estrés, etc. Puede corregir sus hábitos o visitar a un médico y resolver el problema antes de que sea difícil de manejar. Muchas enfermedades pueden prevenirse de esta manera. Por lo tanto, además de su designación como una herramienta de conocimiento de la fertilidad, el Método de Ovulación Billings® también puede ser designado como una herramienta de conocimiento de la salud. Los monitores del Método de Ovulación Billings® deben ser conscientes de los conocimientos tan útiles que poseen. Pueden hacer mucho por la salud de las mujeres simplemente enseñándoles el Método. Les permite reconocer los signos de su salud y mantener su salud tomando medidas preventivas a tiempo. Hoy en día, dado que las mujeres están expuestas a muchas amenazas para la salud, incluido un estilo de vida estresante y pasivo, y peligros ambientales, numerosas campañas de salud luchan por aumentar la conciencia sobre la salud entre las personas para ayudarlas a evitar comportamientos de riesgo y agentes peligrosos. Es el momento adecuado para ofrecer el Método de Ovulación Billings® como una excelente y sencilla herramienta para la concienciación sobre la salud y la prevención de enfermedades.
Por WOOMB España 02 abr, 2024
El Ácido Alfa Lipoico (ALA) es un compuesto natural que se encuentra en el cuerpo humano y en algunos alimentos. También conocido como ácido tióctico, es una sustancia soluble en agua y grasa que actúa como un poderoso antioxidante. Su estructura química única le permite funcionar tanto en ambientes acuosos como lipídicos, lo que lo convierte en un antioxidante versátil y efectivo. El Ácido Alfa Lipoico posee una amplia gama de propiedades que lo convierten en un complemento nutricional muy valorado. Entre sus propiedades más destacadas se encuentran: Antioxidante El ALA es un potente antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres en el cuerpo. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y desarrollo de enfermedades crónicas. Al neutralizar los radicales libres, el ALA ayuda a proteger las células y tejidos del daño oxidativo. Mejora la sensibilidad a la insulina El Ácido Alfa Lipoico ha demostrado ser beneficioso para las personas con diabetes tipo 2 al mejorar la sensibilidad a la insulina. La insulina es una hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre, y la resistencia a la insulina es un factor clave en el desarrollo de la diabetes. El ALA ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Mejora el dolor menstrual En el año 2019 se publicó un estudio "Effect of alpha-lipoic acid at the combination with mefenamic acid in girls with primary dysmenorrhea: randomized, double-blind, placebo-controlled clinical trial" donde se evidenció que, aunque el ácido mefenámico disminuyó significativamente el dolor menstrual, la suplementación con ALA, 600 mg, sería más eficaz que el ácido mefenámico en 250 mg. Además, la combinación de ALA y ácido mefenámico avanzo significativamente. El efecto de la suplementación con ALA sobre el alivio del dolor en pacientes con dismenorrea primaria, este antioxidante puede recomendarse para la curación de los síntomas de estas pacientes.
Por WOOMB España 02 abr, 2024
Entre el 20% y el 30% de las mujeres que se han sometido a una ligadura de trompas se arrepienten de su decisión. La alternativa para recuperar la fertilidad para estas mujeres es la fertilización in vitro o la reanastomosis tubárica. Este artículo presenta una revisión sistemática con metanálisis para evaluar la evidencia actual sobre la eficacia de la cirugía de recanalización de trompas en pacientes que se han sometido previamente a ligadura de trompas. Se realizó una búsqueda en la base de datos World of Science (WOS), la Biblioteca Cochrane y el registro ClinicalTrials.gov utilizando las palabras clave “tubal reversal”, “tubal reanastomosis” y “tubal anastomosis”. La revisión fue realizada por dos de los autores. Se evaluaron datos de 22 estudios, comprendiendo más de 14.113 pacientes sometidos a la cirugía estudiada, siguiendo estrictos criterios de inclusión: se incluyeron artículos publicados entre enero de 2012 y junio de 2022, en inglés y con tamaño de muestra mayor a 10 pacientes. Se realizó un metanálisis de efectos aleatorios. Se encontró que la tasa general de embarazo después de la anastomosis fue del 65,3 % (IC del 95 %: 61,0–69,6). El porcentaje de mujeres que tuvieron al menos un nacido vivo, conocido como tasa de natalidad, fue del 42,6 % (IC 95 %: 34,9-51,4). También se examinaron los resultados adversos después de la cirugía: la tasa de aborto observada entre las mujeres que se sometieron a cirugía fue del 9,4 % (IC del 95 %: 7,0–11,7) y la tasa de embarazo ectópico general fue del 6,8 % (IC del 95 %: 4,6–9,0). No se encontraron diferencias entre los resultados al diferenciar los abordajes quirúrgicos: laparotomía, laparoscopia o cirugía asistida por robot. La edad de la paciente fue identificada como el factor determinante más importante para la restauración de la fertilidad. Finalmente, al comparar los resultados de la reversión tubárica con la fertilización in vitro, los procedimientos de reversión parecen más favorables para pacientes mayores de 35 años, mientras que los resultados son similares para pacientes menores de 35 años, pero se necesitan más datos para evaluar este hallazgo. En conclusión y tras la revisión de la literatura disponible se demuestro que la anastomosis quirúrgica después de la ligadura de trompas es una técnica reproducible con tasas de éxito relevantes, realizada por múltiples grupos de expertos en todo el mundo.
Por Alicia Pastor Del Amo 04 mar, 2024
Juan Pablo Legarreta entrevistará a varios jóvenes que decidieron aprender el método para conocer y gestionar su fertilidad: abandonando los tabús sobre los métodos naturales, buscando un camino más natural que no dañe su cuerpo, prescindiendo de anticonceptivos hormonales y buscando una solución más sana para tratar la endometriosis. Muchos jóvenes en el mundo están dando la espalda a los anticonceptivos, se sienten defraudaos por el sistema, que ha jugado con ellos y con su salud. Este tema lo conoce muy bien Juan Pablo Legarreta, Director de los jóvenes Billings, una rama de WOOMB México que busca proporcionar formación afectivo-sexual a los jóvenes mejicanos. Este webinar está abierto a todos, y muy especialmente a jóvenes. Ya se pueden realizar las inscripciones en el siguiente enlace . Si estás interesado y no quieres dejar pasar esta oportunidad, ¡No te lo pienses hay plazas limitadas!. Y si no puedes asistir te enviaremos la grabación.
Por WOOMB España 04 mar, 2024
Para ser incluidos en este programa deben cumplir varios requisitos: NO RESIDIR EN ESPAÑA RESIDIR EN UN PAÍS QUE NO TENGA UNA ORGANIZACIÓN AFILIADA A WOOMB INTERNACIONAL TENER UN ORDENADOR O PORTÁTIL QUE TENGA PROGRAMAS (Microsoft Office o iMac / MacBook) El curso contiene nueve sesiones teórico-prácticas que se pueden realizar en el tiempo libre del alumno, sin embargo, existe el requisito de que las tareas de cada sesión deben completarse y devolverse dentro de un mes desde su recepción. Una vez que la sesión se haya completado satisfactoriamente, se le reenviará la siguiente sesión. Si se le pide que haga trabajo adicional antes de que la sesión haya sido aprobada, este trabajo adicional deberá completarse y devolverse en un plazo máximo de 2 semanas. Se espera que los alumnos completen las nueve sesiones de este curso dentro de los 12 meses posteriores a la inscripción. Siempre que se cumplan todos los criterios, la acreditación se obtiene adquiriendo experiencia clínica a través de la práctica supervisada. Esto consiste en completar un estudio de caso simulado y una experiencia clínica, que se agregará al trabajo final del alumno y se presentará como "estudio de casos". Se espera que los aprendices completen todos los requisitos para la acreditación en un plazo de 2 años (a contar desde el momento que comienza la práctica supervisada).
Por WOOMB España 04 mar, 2024
El objetivo del estudio fue determinar la eficacia de una fisioterapia manual no invasiva de tejidos blandos para abrir las trompas de Falopio completamente bloqueadas en mujeres infértiles con oclusión bilateral confirmada y antecedentes indicativos de adherencias abdominopélvicas. Es un estudio de Análisis retrospectivoyse realizó en la Clínica Clear Passage Therapies, Inc, Gainesville, Florida. La muestra fueron 28 mujeres infértiles (edad media = 35,2) con diagnóstico de oclusión tubárica completa (proximal, media, distal o combinada). Los pacientes estaban siendo tratados por diversos tipos de dolor y disfunción abdominopélvica (p. ej., dolor durante las relaciones sexuales y/o pélvico, calambres menstruales, dolor por endometriosis). La intervención que se realizó fue una serie de tratamientos de fisioterapia manual de 20 horas (duración media = 1 semana) diseñados para abordar el dolor y la movilidad restringida de los tejidos blandos debido a adherencias y microadherencias. Los terapeutas accedieron a algunas de las estructuras más profundas (como las trompas de Falopio) indirectamente manipulando el peritoneo, los ligamentos uterinos y ováricos y las estructuras vecinas. Las principales variables del estudio fueron: (1) Permeabilidad tubárica unilateral o bilateral confirmada mediante prueba diagnóstica o embarazo intrauterino natural; (2) Tasa de embarazo intrauterino natural logrados por pacientes dentro del período de seguimiento de 2 años. Los resultados fueron de las 28 pacientes, 17 (61%, IC exacto del 95%: 41% -78%) demostraron permeabilidad unilateral o bilateral posterior al tratamiento, medida por histerosalpingografía o embarazo intrauterino natural. La mediana del intervalo entre la fecha del último tratamiento y la confirmación de la permeabilidad fue de 1 mes. Nueve de las 17 (53%) pacientes patentadas informaron de un embarazo intrauterino natural posterior. La conclusión de este estudio, aunque la muestra no seria representativa para una evidencia, fue un resultado esperanzador y sugiere que esta terapia no invasiva podría considerarse como un complemento a los procedimientos ginecológicos estándar en el tratamiento de la oclusión tubárica.
Por WOOMB España 01 feb, 2024
El Ácido fólico es la forma sintética de la vitamina B9. Se encuentra en alimentos fortificados y suplementos. El Folato activo: forma activa de vitamina B9. Se encuentra en los alimentos de forma natural. En suplementos lo podrás encontrar como: Folato Folato activo L -metilfolato 5MTHF Tetrahidrofolato, Metiltetrahidrofolato Metafolin Quatrefolic Methylfolate Ácido folínico: precisa menos metabolización que el ácido fólico. Niveles deficientes de folatos en las personas puede deberse a baja ingesta a través de los alimentos, aumento de necesidades como en la etapa del embarazo, problemas de absorción por diversas situaciones, o problemas de metabolización debido a mutaciones genéticas (como el gen MTHFR) y también, debido al uso de algunos fármacos. No debemos olvidar nunca que todos los nutrientes esenciales son vitales, importantes por sí mismos y por lo que hacen en común. Es decir, ningún micronutriente es más importante que otro. Los folatos, forman parte de una serie de reacciones bioquímicas. Particularmente, juegan un papel central en la formación de ADN y procesos de metilación. La metilación es una reacción química en el cuerpo por la cual una molécula pequeña que se llama grupo metilo se une a ADN, proteínas u otras moléculas. El folato activo, 5-MTHF, es un donante principal de grupos metilo. El proceso de metilación sucede en todas las células y es vital entre otras cosas, para: La producción de ADN y replicación de las células. Metabolismo de la histamina y estrógenos. Producción de energía Calidad ovocitaria y espermática Neurodesarrollo temprano del embrión, incluida la prevención de defectos del tubo neural. La falta de folatos implicaría una baja producción de numerosos componentes importantes en el organismo humano: glutatión, CQ10, melatonina, serotonina, óxido nítrico, cisteína, taurina…etc. Así, volviendo sobre la importancia de que en nuestro cuerpo los nutrientes funcionan en conjunto, cofactores unos de otros, cabe resaltar que para que la metilación pueda suceder, es necesario que dispongamos de: Folato, B12, B6, B2, Magnesio, Betaina, Vitamina D, Metionina, Glicina, Colina, Inositol. En el embarazo, la falta de folatos puede afectar al correcto neurodesarrollo fetal. Pero también a la formación de la placenta. La inadecuada formación placentaria aumenta el riesgo de preeclampsia, parto pretérmino, restricciones del crecimiento fetal y riesgo de desprendimiento de placenta. Es decir, hay mucho más además de la prevención de defectos del tubo neural. El ácido fólico, tiene muy buena absorción a nivel intestinal. Y eso es una ventaja. Absorción se refiere a que pasa del sistema digestivo al organismo. Pero tras la absorción, nuestro cuerpo debe metabolizarlo, o convertirlo a sus formas funcionales. Cuando tomamos ácido fólico, debe pasar por varios pasos hasta llegar a su forma activa: 5-metiltetrahidrofolato (5-MTHF). Primero, debe ser transformado a dihidrofolato (DHF) por acción de la enzima DHFR. Después a tetrahidrofolato (THF), por acción de la misma enzima. De aquí pasará a 5,10-metilentetrahidrofolato. Y, por último, es la enzima MTHFR, la que interviene para convertirlo a 5-MTHF: su forma activa. ÁCIDO FÓLICO → DHF →THF→5,10- metilentetrahidrofolato→5-MTHF 5-MTHF o L5-metilfolato, es la forma activa más abundante en nuestro organismo. Representa hasta el 95-98% del total de vitamina B9 en el plasma sanguíneo y en los glóbulos rojos. El gen MTHFR, es el gen encargado de que la enzima MTHRF convierta en 5,10 metilentetrahidrofolato a 5-metiltetrahidrofolato o 5-MTHF: la forma activa y paso final. En la especie humana, existen diferentes poliformismos, o mutaciones en este gen MTHRF. Se calcula que, a nivel mundial, entre el 40 y 60 % de la población tiene algún tipo de variante en este gen. Afectaría tanto al metabolismo del ácido fólico como al de los folatos ingeridos en la dieta, excepto al folato 5-MTHF, el activo: es el único que no requiere del gen para ser convertido. En concreto, en España , un estudio de 2001 nos habla de en torno a un 43% de personas con alguna variante en este gen. 23 años después, es probable que este porcentaje haya aumentado, ya que toda esa población habrá ido teniendo descendencia, transmitiendo el gen.
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